Lugar de lugares
Un lugar, cualquier lugar, al ser intervenido pictóricamente, modifica y transforma su apariencia creando la ilusión de otro lugar. Lo que sabemos-conocemos de él entra en conflicto con aquello que percibimos y, por tanto, obtenemos una nueva experiencia del lugar. Jugando con las palabras, podríamos decir que nos encontramos en un lugar
del lugar.
Dentro de esta intervención, que pretende ser un todo indivisible, una serie de dieciséis pinturas generan interferencias espaciales que cortocircuitan el espacio
y abren lecturas transversales. Son imágenes que nos remiten a otros lugares, ventanas que, al igual que sucede en un monitor de vigilancia, proyectan, exentos de presencia humana, el plano congelado de un mismo lugar indefinidamente. No se trata, por tanto, de una secuencia, no son fotogramas correlativos, sino de un encadenado de imágenes dispares y relacionables que buscan crear una sensación de multiplicidad espacial sincrónica. Una suerte de entramado espacial por donde la mente se desplaza, indiscriminadamente, saltando de un lugar a otro.